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Es falso que el presidente de EE.UU., Donald Trump, haya declarado obligatoria la enseñanza de la Biblia en escuelas y universidades estadounidenses. No existen órdenes ejecutivas en los archivos de la Casa Blanca con esta instrucción y ningún medio de comunicación ha registrado este pronunciamiento.
Mensajes en redes sociales adjuntan una declaración de Donald Trump en la que el mandatario estadounidense asegura que «la enseñanza de la Biblia ES OBLIGATORIA en escuelas y universidades» (sic).
En el mensaje se ve una fotografía de Trump sentado en su despacho de la Casa Blanca sobre la que está insertada la frase entrecomillada.
«Trump insiste en que la enseñanza de la palabra de Dios en las escuelas, universidades y cárceles debe ser obligatoria», añaden los usuarios en sus mensajes.
HECHOS: Donald Trump no ha hecho esas declaraciones y en el registro de órdenes ejecutivas dictadas por el mandatario en su primera y segunda legislatura no aparece ninguna que apunte a la obligatoriedad de enseñar la Biblia. Las únicas iniciativas relacionadas con el tema han sido promovidas en algunos estados y solo afectan a su territorio y no al resto del país.
Una declaración sin rastros
La búsqueda en medios de comunicación en internet de las supuestas palabras de Donald Trump no dan ningún resultado que apunte a que el presidente de Estados Unidos pida la obligatoriedad de la enseñanza de la Biblia.
Tampoco ha dado resultado positivo un rastreo en el Archivo de la Casa Blanca y el Registro Federal de Estados Unidos de las órdenes ejecutivas de Trump durante su primer mandato y en la actual legislatura.
En cambio sí aparecen artículos fechados en 2019 en los que se analiza una publicación en la cuenta en X del entonces presidente Donald Trump, en la que da su apoyo a varias iniciativas estatales que «están introduciendo clases de alfabetización bíblica, ofreciendo a los estudiantes la opción de estudiar la Biblia».
Más reciente es una entrada en la página de noticias de la Casa Blanca, de septiembre de 2025, sobre un discurso en el Museo de la Biblia, en el que Trump «enfatizó el papel perdurable de la fe en la identidad estadounidense» y destacó «la inquebrantable defensa de los valores religiosos por parte de su Administración».
Pero en ninguna de las entradas anteriores se declara expresamente la obligatoriedad de la enseñanza de la Biblia o se anuncian iniciativas presidenciales para hacerla obligatoria en escuelas o universidades públicas de todo el país.
Una iniciativa a nivel estatal, no federal
En las informaciones de 2019, los medios destacaban las propuestas de legisladores en al menos seis estados que exigían o alentaban que las escuelas públicas ofrecieran asignaturas optativas sobre la importancia literaria e histórica de la Biblia. Pero en ningún caso se menciona su obligatoriedad en escuelas o universidades.
Algunas de estas iniciativas, como la de Florida en 2019 que obligaba a ofrecer cursos lectivos para el estudio de la Biblia en colegios públicos, o la de Oklahoma en 2024, que facilitaba a los docentes una copia física de la Biblia, han creado controversia y fueron criticadas porque atacar la separación entre Iglesia y Estado.
Fallos judiciales contra este tipo de proyectos
Hay que recordar que el Tribunal Supremo de Estados Unidos ha fallado en varias ocasiones contra iniciativas de este tipo.
La más importante fue dictada en 1963 contra una directriz de un distrito escolar de Pensilvania que obligaba a leer la Biblia y rezar el Padrenuestro en las escuelas públicas. Según el Supremo entraba en conflicto con la Primera Enmienda de la Constitución que ampara la libertad religiosa.
En 1980 declaró inconstitucional una ley de Kentucky que obligaba a exhibir una copia de los Diez Mandamientos en las aulas de las escuelas públicas, al considerar que no respondía a un propósito secular y violaba la Primera Enmienda.
Recientemente, el 18 de noviembre de 2025, un juez federal en Texas bloqueó una ley estatal que exige a las escuelas públicas del estado exhibir los Diez Mandamientos en las aulas.
Por tanto, no es cierto que Donald Trump haya dicho que la enseñanza de la Biblia es obligatoria en escuelas y universidades, no hay rastro de esta declaración y las iniciativas relacionadas son de nivel estatal y no afectan a todo el territorio de Estados Unidos.