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adminJerusalén / Gaza — Una contundente declaración conjunta de 22 países, incluidos Francia, Reino Unido, Alemania, Canadá, Japón y Australia, exigió este lunes a Israel la reanudación inmediata y total de la ayuda humanitaria en la Franja de Gaza, bajo la organización de las Naciones Unidas y ONGs reconocidas.
Los gobiernos firmantes advirtieron que el nuevo modelo de distribución implementado por Israel pone en riesgo a civiles y trabajadores humanitarios, y denunciaron que vincula el acceso a la ayuda con objetivos militares y políticos, lo que contraviene los principios del derecho internacional humanitario.
“La ayuda no debe ser politizada”, reza el documento difundido por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Alemania. La ONU, que logró ingresar solo nueve camiones de asistencia el lunes, consideró ese envío como “una gota en el océano”. Israel, por su parte, reconoció únicamente el ingreso de cinco.
Entre los países firmantes están también España, Italia, Suecia, Países Bajos, Noruega y otros miembros de la Unión Europea. La jefa de la diplomacia europea, Kaja Kallas, también respaldó el pronunciamiento.
El llamado internacional se intensificó con una declaración separada de los líderes de Francia, Canadá y Reino Unido. Emmanuel Macron, Mark Carney y Keir Starmer condenaron la “escalada desproporcionada” de Israel en Gaza y exigieron el cese de lo que calificaron como “acciones escandalosas” del gobierno de Benjamin Netanyahu. Advirtieron que adoptarán “medidas concretas” si Israel no detiene la ofensiva militar ni levanta las restricciones al ingreso de ayuda humanitaria.
Mientras tanto, las Fuerzas de Defensa de Israel intensificaron su operación militar “Carros de Gedeón”, lanzando más de 160 bombardeos en un solo día. El ejército atacó blancos estratégicos de Hamas en el norte, centro y sur del enclave, incluyendo túneles, arsenales, centros de mando y zonas urbanas densamente pobladas.
La evacuación forzada de Khan Younis y localidades vecinas fue ordenada por el ejército israelí, que advirtió a los civiles a través de comunicados en árabe sobre un ataque “sin precedentes”. Toda la gobernación fue declarada “zona de combate peligrosa”.
El conflicto, que se reavivó tras el reinicio de la ofensiva israelí el 18 de marzo y la ruptura de una tregua de dos meses, ha provocado una crisis humanitaria sin precedentes en la región, con más de 2 millones de personas atrapadas en medio de una campaña militar que amenaza con desplazar masivamente a la población civil.