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9 meses agoon
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adminLa actividad deportiva en América durante marzo tuvo a Estados Unidos como escenario en el que surgieron escándalos de apuestas en la MLB y la NBA, desfiló la élite del tenis en Miami e Indian Wells y en el fútbol el equipo de las Barras y las Estrellas ratificó su supremacía sobre México.
El italiano Jannik Sinner conquistó el último día de marzo el primer Miami Open de su carrera al dejar sin margen de maniobra al búlgaro Grigor Dimitrov, quien resultó avasallado con parciales de 6-3 y 6-1.
El de San Candido, quien cumplirá 22 años el 16 de agosto, amanecerá este 1 de abril en la segunda posición de la clasificación mundial, que ocupaba el español Carlos Alcaraz.
Sinner incrementó a 22 triunfos y una sola derrota su extraordinario balance en lo que va de 2024, en el que agregó el trofeo de Miami al Abierto de Australia y a Rotterdam. En total, ha ganado 24 de sus últimos 25 partidos y 41 de 44 desde el último Abierto de Estados Unidos.
El glamour que suele pasear Shohei Ohtani por los campos de béisbol quedó salpicado por culpa de su intérprete y amigo Ippei Mizuhara, y ha obligado a Los Angeles Dodgers a entrar en escena para evitar que todo se salga de madre.
No es un dato menor que los Dodgers dieron el golpe mediático de cara a la naciente temporada al incorporar al prodigio del lanzamiento y el bateo con el máximo contrato en la historia del deporte: 700 millones de dólares por 10 años.
Entonces, hizo rodar la cabeza de Mizuhara, quien afronta a la vez una investigación federal por un robo masivo a las cuentas del estelar pelotero japonés, que se ha declarado víctima, aunque sus acciones en el caso no han sido bien explicadas y pueden costarle una dura sanción.
«Nunca aposté en el béisbol o en otro deporte y nunca le pedí a nadie que hiciera eso en mi nombre. Ippei ha estado robando dinero de mis cuentas y ha contado mentiras», dijo Ohtani a periodistas la semana pasada durante una breve conferencia en la que no aceptó preguntas.
El extraductor fue acusado de recibir transferencias electrónicas de las cuentas bancarias de Ohtani por un monto cercano a los 4,5 millones de dólares.
El escándalo que salpica a los dos japoneses eclipsó todos los asuntos relacionados con el comienzo de la nueva temporada de las Grandes Ligas, que dio el pistoletazo de salida el 28 de marzo.
Si en la MLB llueve, en la NBA no escapa. Jontay Porter, jugador de los Toronto Raptors, es investigado por irregularidades en apuestas sobre su desempeño en dos partidos el 26 de enero y el 20 de marzo.
En el primero de esos juegos, contra Los Angeles Clippers, los límites de Porter estaban en 5,5 puntos, 4,5 rebotes, 1,5 asistencias y 0,5 triples.
En ese partido se dio un extraño interés por apostar al ‘under’, es decir, en jugarse dinero a que Porter no llegaría a esas cifras.
Al final, jugó 4 minutos y 24 segundos antes de retirarse por supuestos problemas físicos. El jugador acabó sin puntos, con 3 rebotes, una asistencia y 0 triples. Por tanto, cumplió con todos los requisitos del ‘under’.
La relación entre la NBA y las apuestas ha multiplicado las voces de preocupación. El entrenador de los Cleveland Cavaliers, J.B. Bickerstaff, dijo la semana pasada que recibió amenazas de supuestos apostadores.
«Algunos de esos apostadores deportivos consiguieron mi número de teléfono y me enviaron mensajes de texto locos sobre dónde vivo, mis hijos y todo eso. Este es un juego peligroso», advirtió.
Rudy Gobert, de los Minnesota Timberwolves, aseguró a comienzos de mes que las apuestas «están dañando» el baloncesto.
El primer Masters 1.000 del año se lo adjudicaron el español Carlos Alcaraz y la polaca Iga Swiatec en las categorías individuales, tras derrotar al ruso Danil Medvédev y a la griega María Sakkari, respectivamente.
Alcaraz y Medvédev repitieron la final del torneo en 2023.
El certamen, disputado entre el 6 y 17 de marzo en la cálida ciudad californiana de Indian Wells, ratificó al murciano en el segundo lugar del ránking ATP y a la de Varsovia en el primer escalón de la WTA, además de entregarles 1,1 millones de dólares a cada uno.
El 25 de marzo fue otro día para el olvido en el fútbol mexicano. Estados Unidos, su más enconado rival en la lucha por la supremacía en la Concacaf, se impuso en casa con un macizo 0-2 y se convirtió en tricampeón de la Concacaf Nations League.
Los goles de Tyler Adams y Gio Reyna, el error grosero de Guillermo ‘Memo’ Ochoa en uno de ellos y la falta de argumentos para contrarrestar al equipo de las Barras y las Estrellas aumentaron la incertidumbre en las filas del Tri a tres meses de la disputa de la Copa América.
Tanto, que la prensa mexicana ha comenzado a conjeturar sobre la inminente salida del seleccionador Jaime Lozano y las negociaciones tras bambalinas con Luiz Felipe Scolari, el brasileño que llevó a la Canarinha al título mundial de 2002.