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adminSanto Domingo. – Con solo 10 años, Melanie Milagros González ha enfrentado más desafíos que muchos adultos en toda su vida. Nació con osteogénesis imperfecta, una condición genética conocida como “huesos de cristal”, que provoca fracturas con el más mínimo movimiento. Su madre, Tania María Rosario, descubrió la enfermedad al momento del parto.
“Cuando nació, le pusieron tres yesos: en las dos piernas y en un brazo. Su cabecita era como una gelatina. La psicóloga me dijo que solo duraría tres días y que, si quería, podía dejarla. Pero su papá dijo que no, que se la llevaba y que durara lo que tuviera que durar. Gracias a Dios, ya tiene 10 años”, recuerda Tania.
La osteogénesis imperfecta es un trastorno hereditario poco común, causado por una deficiencia en el colágeno, la proteína que le da soporte al tejido óseo. Afecta a 1 de cada 10,000 a 20,000 niños.
Melanie ha sufrido más de cinco fracturas y requiere cuidados extremos. Su madre tuvo que dejar de trabajar para dedicarse por completo a su cuidado, aunque luego volvió a laborar por los altos gastos médicos.
“El tratamiento cuesta 8,000 pesos cada tres meses, pero entre pasajes y consultas se van unos 12,000 al mes”, cuenta.
La familia vive en condiciones humildes, en el sector Las Malvinas Segundas, en Villa Mella, Santo Domingo Norte. La abuela de Melanie, Elida Báez, también ha sido un pilar fundamental, “Mi hija me paga la casa con lo poco que gana. Mi rodilla vive clamando día y noche por ella”, dice Elida Báez conmovida.
El padre de Melanie falleció cuando ella tenía apenas tres meses de nacida. Desde entonces, su madre y su abuela han sido su fuerza.
A causa de su condición, Melanie nunca ha caminado y debió salir del colegio. Actualmente recibe terapias especiales y espera una cirugía en el brazo. Aunque no asiste a clases presenciales, tiene un sueño claro: “Quiero ser azafata, para viajar por todo el mundo”, dice sonriente.
Tania espera reinsertarla en el sistema educativo en un ambiente más tranquilo, y lo que más anhela es verla caminar algún día.
“Lo que más deseo es que mi hija pueda caminar. Cualquiera que vea esta historia y pueda ayudar, se lo agradeceré en el alma”.
Melanie, por su parte, solo pide una cosa, “A la gente que me ayude, porque ese es mi sueño: caminar, para yo andar como los otros niños”.
Si desea colaborar con Melanie y su familia, puede comunicarse al
(809) 708-6235.