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¿Y la justicia pa’ cuándo? Claman familiares de cabo asesinado en Samaná y denuncian amenazas

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Santo Domingo.- Los familiares del cabo de la Policía Nacional Franklin Erick Féliz Capellán, de 29 años, asesinado en la comunidad de La Garrera, de la provincia de Samaná, clamaron por justicia, mientras denunciaron haber recibido amenazas tras insistir en el seguimiento del proceso judicial relacionado con el caso.

Los implicados en el hecho, identificados como Johan Manuel Bueno, alias «Chuky», de 42 años, y Jansel Balbuena Ureña, de 25, se entregaron a las autoridades el pasado 30 de noviembre. Sin embargo, 14 días después, los allegados de Capellán dijeron que los acusados no han sido presentados ante el tribunal para responder por los hechos, enfatizando que las autoridades han actuado con negligencia en el manejo del caso.

El capitán retirado Franklin Antonio Feliz Polanco, padre de la víctima, expresó su indignación ante la falta de acción por parte de las autoridades judiciales y reveló que la fiscal encargada del caso le sugirió desistir del proceso debido a los riesgos que podría enfrentar. “Ella me dijo: Desista del caso, porque puede perder la vida en el camino. Pero yo no voy a desistir. Si quieren matarme, lo harán, pero yo seguiré buscando justicia para mi hijo”, declaró con firmeza.

Según su testimonio, tras interponer una querella con su abogado, las autoridades inicialmente se resistieron a aceptarla, logrando su propósito solo “a la mala”. Asimismo, denunció que el acusado de los hechos, quien presuntamente tiene antecedentes delictivos, es trasladado constantemente entre el destacamento y el Palacio de Justicia sin que se le dicte medida de coerción.

El padre del cabo también hizo un llamado a los moradores de La Garrera para unirse en la lucha contra la criminalidad que afecta a la comunidad, describiéndola como “tierra de nadie”, donde “todos los días hay asesinatos que quedan impunes”. Además, aseguró haber recibido llamadas telefónicas amenazantes que advierten sobre posibles represalias contra él y su familia si no desiste de su denuncia.

“Yo crié a mi hijo, le di educación, y era un agente policial formado. Exijo justicia, pero no me la están dando. No voy a detenerme”, enfatizó el progenitor.

Hasta el momento, las autoridades competentes no han emitido declaraciones sobre el estado del caso ni sobre las denuncias de amenazas realizadas por la familia de la víctima.

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